#Andaluces #Españoles #SigloXX
Mira si soy desprendío que ayer, al pasar el puente, tiré tu cariño al río. Y tú bien sabes por qué tiré tu cariño al río:
Me aterra la ponzoña que has clavado en este corazón de rompeolas, el arquero bandido del juzgado dejó mi mitad sola. Me aterran estos cromos repetidos
El niño quiso ser pez, metió los pies en el río; ...estaba tan frío el río que ya no quiso ser pez. El niño quiso ser pájaro,
La barca...la barca... con sólo decir... la barca... huele a marisma la boca y sabe a sal la palabra. Así... La barca... la barca...
Qué bonito sería vivir un amor de película pasear la luna cada noche, cada noche tocar el violín de las últimas horas
Yo me casé por la iglesia, me casé como Dios manda: un ramito de azahar mustio sabre la solapa santiguando los pecados
Mexicana para cantar tu canción sueño a Granada. Para cantar tu canción Granada se pondrá un día sus ríos como zarcillos
El río es andar, andar hacia lo desconocido; ir entre orillas vencido y por vencido, llorar. El río es pasar, pasar
Cuando don Ramón Montoya se fue, porque lo llamaron para una fiesta en la gloria, temblaron, tristes y solas, sin que nadie las tocara
Contra mis cinco sentíos, tus cinco toritos negros: torito negro tus ojos, torito negro tu pelo, .. torito negro tu boca,
Abrió su abanico, se escudó tras él, y un toro lucero chico saltó al ruedo de papel. Entre varillas, plisados,
De estrellas eran los geranios entre la música del agua. Silencio. Soledad. Sollozan las palabras en los cauces de la desesperanza, como noche sin besos… sin nardos en su sangre toda lágrimas.
Cuando un toro perdonado regresa a su ganadería si el ganadero cantara, seguro le cantaría: “Yo bien sabía torillo, yo bien sabía,
Con una pata colgando, despojo de una pedrada, pasó el perro por mi lado, un perro de pobre casta. Uno de esos callejeros,
¡Cuántas gotas de dolor, cuántas cuentas de sudor, —sudor de sangre y de amor— en tu Oración redentora! porque sabías, Señor,