Como si fuera cándida escultura en lustroso marfil de Bonarrota, a Paris pide Venus en pelota la debida manzana a su hermosura. En perspectiva Palas su figura

Señora mía, si de vos ausente en esta vida duro y no me muero, es porque como y duermo, y nada es… ni pleiteante soy ni pretendiente. Esto se entiende en tanto que acci…

¿Qué tengo yo que mi amistad procu… ¿Qué interés se te sigue, Jesús m… que a mi puerta cubierto de rocío pasas las noches del invierno escu… ¡Oh cuánto fueron mis entrañas dur…

Hermosas alamedas deste prado florido por donde entrar el sol pretende e… fuentes puras y ledas, que con manso rüido

Contemplando estaba Filis a la media noche sola una vela [a] cuya lumbre labrando estaba una cofia, porque andaba en torno della

Ya vengo con el voto y la cadena, desengaño santísimo, a tu casa, porque de la mayor coluna y basa cuelgue de horror y de escarmiento… Aquí la vela y la rompida entena

Canta pájaro amante en la enramada selva a su amor, que por el verde… no ha visto al cazador que con des… le está escuchando, la ballesta ar… Tirale, yerra. Vuela, y la turbad…

La tarde se escurecía entre la una y las dos, que viendo que el Sol se muere, se vistió de luto el sol. Tinieblas cubren los aires,

Dulce Jesús de mi vida, ¡qué dije!, espera, no os vais: que no es bien que vos seáis de una vida tan perdida. Pero si no sois de mí,

Érase el mes de más hermosos días, y por quien más los campos entreti… señora, cuando os vi, para que pen… tantas necias de Amor filaterías. Imposibles esperan mis porfías,

Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos hueso… carne y cabellos, por quien fueron… los ojos que mirándola detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo,

Mi bien nacido de mis propios male… retrato celestial de mi Belisa, que en mudas voces y con dulce ris… mi destierro y consuelo hiciste ig… Ciego, llorando, niña de mis ojos,

Claro cisne del Betis que, sonoro y grave, ennobleciste el instrumen… más dulce, que ilustró músico acen… bañando en ámbar puro el arco de o… a ti lira, a ti el castalio coro

Entro en mí mismo para verme, y de… hallo, ¡ay de mí!, con la razón po… una loca república alterada, tanto que apenas los umbrales entr… Al apetito sensitivo encuentro,

Dulce Señor, mis vanos pensamient… fundados en el viento me acometen, pero por más que mi quietud inquie… no podrán derribar tus fundamentos… No porque de mi parte mis intentos