Prole gentil del céfiro y la auror… nacida con el don de la belleza; gracias con que la gran naturaleza ríe, y su augusta majestad decora. La luz del sol, que el universo do…
¿Qué dices, Laura, de esta flor?… sus pétalos en lustre y en color! Mira con qué arte agrúpanse gracio… del frágil tallo asidos al redor. Empero, ve de un soplo disipada
En la amena floresta de un bosquecillo, se alza la espe… do el ardor de la siesta se templa, do murmura una de humilde vena fuente pura.
En tempestad sin tregua de bonanza sufrir, llorar, de amor la pena du… sin ver para más grande desventura ni en tu esquivez ni en mi dolor m… Fingir acaso en bella lontananza
Meditación Cosas son muy ignoradas y de grande oscuridad aquellas cosas pasadas en la horrenda eternidad,
Bosquecillo frondoso, que a las orillas del sonante río abrigo delicioso me das en los calores del estío. Cuando yo te contemplo,
¡Oh noche! ¡Oh madre de la luz! A… tú reinas en los ámbitos del cielo… lejos huyó la luz deslumbradora, cayó el rumor que levantaba el día… y en tu regazo inmóvil duerme el m…
Son tus ojos dos estrellas que derraman luz y amores celestial; y luces entre las bellas, como el lirio entre las flores
Bolívar, tú que en mil gloriosas l… romper supiste del león de España la ira y poder, con más ilustre ha… que hizo en el león Nemeo Alcides… hoy que sereno con tus pasos mides
Arroyuelo que deslizas tu cristal en la pradera, tu corriente vocinglera voy siguiendo con placer: notando voy en tu curso
Cuando yo considero que en la vida no he cogido de amor ninguna rosa; cuando no miro en duda tenebrosa surgir lejana una ilusión querida; cuando de hiel colmada la medida
Leve cinta de luz brilla en Orien… como la fimbria de oro del ropaje del sol resplandeciente… y éste es el nuncio de la luz del… El pueblo de las aves que dormía
Cuatro estaciones hay en nuestra v… como en el año, Laura: Una en que el cielo es puro, mansa… que corre entre las flores adormid… ésta es aquella dulce edad primera…
Yo vi esa triste nube el firmament… apacible cruzar en claro día, brillante de arrebol y de alegría cual de mi dicha el rápido momento… En medio del celeste pavimento
Hiere, hiere, ¡oh Dolor! He, aquí… mi inerme pecho: el protector escu… que en otro tiempo rechazó tus dar… roto en pedazos estalló a tus golp… y contra ti ya nada me defiende.