#EscritoresArgentinos
No es necesario que me mandes, per… El mar se asiste solo. Lo más mísero del pelo contraría l… Pero ya sabemos tonsurar el destin… Estoy,
ya van cayendo, saben que es nuestra noche, con el pelo… suben los cuatro pisos, y las viej… de los departamentos las espían Leonora Carrington, mirala,
Ese que sale de su país porque tie… no sabe de que, miedo del queso con ratón, de la cuerda entre los locos, de la espuma en la sopa.
El animal totémico con sus uñas de… los objetos que junta la oscuridad… el ritmo misterioso de tu respirac… que tu sudor dibuja en el olfato,… Entonces me enderezo, todavía bati…
Por veredas de sueño y habitacione… tus rendidos veranos me aceleran c… Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y… pero qué falta, dime, en la tarjet…
Dime por qué todavía te deseo, por qué tu nombre vuelve como el hacha a la herida en una amarga visitación de medianoche, a la vera de un campo funerario donde las larvas multiplican hú...
Sé que me acordaré de un cielo ras… donde las manchas de humedad eran… Sé que me acordaré del ruido de un water en alguna habitación l… su triste catarata de bolsillo, su…
A la sospecha de imperfección univ… este recuerdo que me legas, una ca… sucios. A la certidumbre de que el sol est… de que en cada grano de trigo se a…
Sos así: inteligente, clara, refin… vivís en armonía con las gentes, l… que has elegido despaciosamente, rechazando sin ruido lo que quebra… la calma de tus noches.
Eres el dios de los cuerpos, das y… gozas en nuestro grito, en el asce… para flotar después en el reposo, medusa a medio sueño entre el agua… Pero también esperas
Extraño la Cruz del Sur cuando la sed me hace alzar la cab… para beber tu vino negro medianoch… y extraño las esquinas con almacen… donde el perfume de la yerba tiemb…
Ayer he recibido una carta sobrema… Dice que “lo peor es la intolerabl… Y es para llorar, porque nos quere… pero ahora se ve que el amor iba a… con las manos gentilmente
En la bóveda de la tarde cada pája… recuerdo. Asombra a veces que el fervor del… vuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin… que la belleza, tan breve en su vi…
Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas, me pasea los dedos por la piel y m… en le espacio, en vilo, hasta que…
Bronces de las ocho y media nos llaman cada mañana —entre tu casa y mi casa— de dos cornisas y un breve saludos… ¡Estás tan bella, vestida