Juana de Ibarbourou

Retorno

Con la cántara llena de agua,
y la boca de moras teñida,
y crujiente de espinas la enagua,
y en el moño una rosa prendida,
 
De la fuente retorno, abismada
en el dulce evocar de la cita.
Y se hermana la tarde dorada
con la luz que en mis ojos palpita.
 
Una extraña fragancia me enerva,
y en verdad yo no sé si es que sube
del jugoso frescor de la hierba,
o se eleva de mi alma a la nube.
 
Y, despierta sonámbula, sigo
balanceando mi cántara llena,
entre el oro alocado del trigo
y el temblor de los tallos de avena.
Preferido o celebrado por...
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