Te voy dando el aliento de mi vida con huracán o silfos de la brisa, con duro llanto o elevada risa, con ademán abierto o mano asida. Del caballo en que voy tienes la b…

Vas por mis llanos sin los girasol… de las cegadas albas del otoño; vas por mis noches sin las bordadu… de las constelaciones fuego y oro; vas por mis ríos vueltos al silenc…

Ahora soy zagala que apacenta un r… De estrellas. ¡Dios lo libre de t… Y si rondan los lobos, y si amaga… ¡Dios haga invulnerable mi rebaño… Amor que de los cielos dio fuga a…

Un perfume de amor me acompañaba. Volvía hacia la aldea de la cita, Bajo la paz suprema e infinita Que el ocaso en el campo destilaba… En mis labios ardientes aleteaba

A dura sombra el día, a dura sombr… la noche lúcida de orquestada leng… El ruiseñor eterno no se asombra de su rumor, ni él su trino amengu… La tremenda amapola de las horas,

Es un coco. Tiene cáscara oscura y el exterior… Mas, cuando la corteza se ha roto, la carne, casta y firme, parece ra… Cruzó el mar para mí. Un jadeante…

Crecí Para ti. Tálame. Mi acacia Implora a tus manos su golpe de gr… Florí

Hacia el cielo tu himno de rubíes, tus espumas de púrpuras en vuelo; hacia él tu orgulloso terciopelo, tu desafío a dalias y alhelíes. Toda al cielo te das, creces y ríe…

Primavera En gracia de olor. Primavera En gracia de amor. Sueño desvelado,

¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis mano… Rosas, rosas, rosas a mis dedos cr… Mi amante besóme las manos, y en e… ¡oh gracia! brotaron rosas como es… Y voy por la senda voceando el enc…

A veinticuatro de julio Nació en hielo Basilisa ¿En que año? No es de prisa El saberlo. En plenilunio Debió ser, y por eso

En tus ojos sombríos me he mirado Como en ci agua de dos lagos negro… Y un vértigo de abismo tenebroso Me ha hecho temblar de angustia. ¡Ah si caigo en el fondo de la sim…

La materna sombrilla de los pinos entre las rojas flechas de febrero y mis hombros lucientes; ah, qué f… los pañuelos del aire del acero. El agua se ha llenado de espejitos…

Sauce, mírate en mí. Me pondré qu… para servir de espejo a tu ramaje. Sauce, ¿no tienes sed? ¿Te gusta… que el sol me ha puesto? ¿Qué ansi… te hace inclinar los gajos pensati…

Con la cántara llena de agua, y la boca de moras teñida, y crujiente de espinas la enagua, y en el moño una rosa prendida, De la fuente retorno, abismada