#EscritoresUruguayos
A dura sombra el día, a dura sombr… la noche lúcida de orquestada leng… El ruiseñor eterno no se asombra de su rumor, ni él su trino amengu… La tremenda amapola de las horas,
He mordido manzanas y he besado tu… Me he abrazado a los pinos oloroso… Hundí, inquieta, mis manos en el a… He huroneado en la selva milenaria… que cruza la pradera como una serp…
En la playa que el viento de otoño… noche a noche me siento frente a l… de este mar que en sus ondas lleva… que me envían, de lejos, su muda i… Los veo hundirse en la niebla salp…
Con membrillos maduros perfumo los armarios. Tiene toda mi ropa Un aroma frutal que da a mi cuerpo Un constante sabor a primavera.
Azucenas lunares y luciérnagas en una sola isla. Derramada, noche de miel sobre jardín y ciéna… en mi sien a dosel, y en su alabor… Incandescente noche de suspiros
Magdalena: yo a veces envidio lo q… Me aburre esta existencia tan monó… Hoy daría ni¡alma por los mil espl… Y el vértigo de abismo de tus cien… Y después, el sayal gris de los pe…
Es un coco. Tiene cáscara oscura y el exterior… Mas, cuando la corteza se ha roto, la carne, casta y firme, parece ra… Cruzó el mar para mí. Un jadeante…
De la matriz del día se alzó la rosa vertical y blanca mientras todo rugía: la tierra, el aire, el agua. Tendí la mano para protegerla,
Por quietas calles andaba Juanita Fernández, que era muchacha como de pájaros y naranjas y colmenas. Nadie veía su guardia
Se ha apagado el fuego. Queda sól… montón de cenizas, donde estuvo ondulando la llama. Ahí tienes, amigo, hecho porción q… de polvo liviano,
Bajo la luna llena, que es una obl… vagamos taciturnos en un éxtasis v… como sombras delgadas que se desli… las arenas de bronce de la orilla… Silencio en nuestros labios una ro…
¿Qué flauta sin flautista canta al… desde la cima de su luz difusa? Aquí, brumosa orquídea de medusa. Allá albor inicial y melodía. Junto a mi corazón la dura vía
La sutil hilandera teje su encaje… con ansiedad extraña, con pacienci… ¡Qué prodigio si fuera hecho de li… y fuera, en vez de negra la araña,… En un rincón del huerto aromoso y…
Con qué ternura escucha mi oído lo… de aquel ayer fragante a niños y m… Era como de mundos naciente la mañ… en la noche cantaban las angélicas… Todavía me llegan los cereales roc…
Crecí Para ti. Tálame. Mi acacia Implora a tus manos su golpe de gr… Florí