De Fuera del Juego, 1968
#Cubanos #FueraDelJuego
Nosotros seguimos construyendo el… Es difícil construir un imperio cuando se anhela toda la inocencia… Pero da gusto construirlo con esta lealtad
Cada noche me libras de la corona turbia que amenaza las horas de mi felici… y llegas en puntillas lentamente y me arrancas los ojos de humanist…
Di la verdad. Di, al menos, tu verdad. Y después deja que cualquier cosa ocurra: que te rompan la página querida,
Hablar únicamente del nombre de un… o de la intervención sencilla de la tierra y del agua y del sol… pero mucho después de haber andado por la margen izquierda del río Al…
Si después que termina el bombarde… andando sobre la hierba que puede… entre las ruinas que en el sombrero de tu Obispo, eres capaz de imaginar que no está…
Ámalo, por favor, que es el herido que redactaba tus proclamas, el que esperas que llegue a cada h… el que ahora mismo tal vez estén s… a bofetadas,
La primavera le da la razón. El viento lo inunda y puede descif… Los árboles pueden comprenderlo. La vida quiere dialogar con él. ¡Porque hoy este hombre ama!
Los viejos poetas, los viejos maes… duchos en el terror de nuestra épo… todos a morir. Yo sobrevivo, lo que pudiera calif… entre los jóvenes.
Mi absurda persuasión abriéndole c… pero la poesía no entra. Ella no elije noches para entrar.… dominio impone –como afirman– de n… A cualquier hora el mundo la despl…
Entre marzo y abril está mi mes má… Apretado a tus brazos ascua feliz el más tierno y salvaje te dije:
El guardián de la torre de Spáskaya no sabe que su torre es de viento. No sabe
—¡No se pueden mezclar y las mezcl… Revolución y Religión no riman! Se desgarraba el pobre bajo los re… agachado, contraído,
Impulsado por la muchedumbre o por alguna súbita locura; vestid… de nosotros, con una tela a rayas (ya demasiado pálida); la cara lar… que no podría describir
Protégete de los vacilantes, porque un día sabrán lo que no qui… Protégete de los balbucientes, de Juan-el-gago, Pedro-el-mudo, porque descubrirán un día su voz f…
Niños: vestíos a la usanza de la reina Victoria y ensayemos a Shakespeare: nos ha enseñado muchas cosas. Sé tú el paje,