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Cuando entre la sombra oscura perdida una voz murmura turbando su triste calma, si en el fondo de mi alma la oigo dulce resonar,
Dejé la luz a un lado, y en el bor… de la revuelta cama me senté, mudo, sombrío, la pupila inmóvil clavada en la pared. ¿Qué tiempo estuve así? No sé; al…
Yo sé cuál el objeto de tus suspiros es; yo conozco la causa de tu dulce secreta languidez. ¿Te ríes?... Algún día
Al brillar un relámpago nacemos, y aún dura su fulgor cuando morimo… ¡tan corto es el vivir! La Gloria y el Amor tras que corr… sombras de un sueño son que perseg…
Cerraron sus ojos, que aun tenía abiertos; taparon su cara con un blanco lienzo, y unos sollozando,
Una tarde de verano y en un jardín de Toledo me refirió esta singular historia una muchacha muy buena y muy bonita. Mientras me explicaba el misterio de su forma especial besaba las hoj...
Es cuestión de palabras, y, no obs… ni tú ni yo jamás, después de lo pasado, convendremos en quién la culpa está. ¡Lástima que el amor un diccionari…
Cuando sobre el pecho inclinas la melancólica frente, una azucena tronchada me pareces. Porque al darte la pureza
Yo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré ...
Primero es un albor trémulo y vago… raya de inquieta luz que corta el… luego chispea y crece y se dilata en ardiente explosión de claridad. La brilladora lumbre es la alegría…
Pasaba arrolladora en su hermosura y el paso le dejé; ni aun a mirarla me volví, y, no o… algo a mi oído murmuró: «ésa es». ¿Quién unió la tarde a la mañana?
Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano
¿Será verdad que, cuando toca el s… con sus dedos de rosa, nuestros oj… de la cárcel que habita huye el es… en vuelo presuroso? ¿Será verdad que, huésped de las n…
Las ropas desceñidas, desnudas las espaldas, en el dintel de oro de la puerta dos ángeles velaban. Me aproximé a los hierros
Una mujer me ha envenenado el alma… otra mujer me ha envenenado el cue… ninguna de las dos vino a buscarme… yo, de ninguna de las dos me quejo… Como el mundo es redondo, el mundo…