–Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión;
de ansia de goces mi alma está llena;
¿a mí me buscas? –No es a ti, no.
–Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro;
puedo brindarte dichas sin fin;
yo de ternura guardo un tesoro;
¿a mí me llamas? –No, no es a ti.
–Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte. –¡Oh, ven; ven tú!
Alfredo Jiménez G.
8aDe fuerte personalidad, guapo (según un gran número de amigas lectoras) y además Poeta, Gustavo Adolfo Bécquer podía darse el lujo de elegir y en esta sorprendente "Rima" de corte autobiográfico rechaza primero a una mujer que es el vivo retrato de la Reina de Saba que por cierto es idéntica a Beyoncé (no puede ser de otra manera). Desdeña sin remordimiento a otra beldad de nívea piel e inagotables ternuras en favor de un inalcanzable ideal. Prefiere a la imposible porque su misma condición de prohibida la vuelve más seductora y hacia ella mirará para inspirarse. Es en los amores desdichados donde brotan los versos más perdurables. En la vida real Bécquer tenía esa propensión al amor trascendente, por eso se cuenta en su itinerario idílico una mujer equivalente en talento e inteligencia. Era muy bella y sumamente complicada, nos referimos a La Avellaneda. Gustavo Adolfo Bécquer era afortunado en el amor. Y desde luego, sabía elegir muy bien. P.S. Pero la Reina de Saba (que se parece tanto a la citada cantante de moda), también es la encarnación de la Poesía.
diana
1am encanta