Como el conocido señor Jourdain, que a los cuarenta años aprende de su profesor de filosofía que ha estado hablando en prosa sin saberlo, bien pudiera decirse que no pocos prosistas, y ...

Pues aquí tiene usted, Julieta, cómo por fin enseño mi oreja de poeta. Pero un poeta sin spleen y sin ninguna

¿Cómo estás, Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad? Al pie de cocoteros y guitarras, bajo la luna y junto al mar, ¡que suave honor andar del brazo,

¡Ah, no penséis que su voz es un suspiro! Que tiene manos de sombra, y que es su mirada lenta gota lunar temblando de frío

Yo no voy a decirte que soy un hom… Entre otras cosas falta saber si es que lo puro exis… O si es, pongamos, necesario. O posible.

El árbol que verdece a cada primavera, no es más feliz que yo, de nuevo verdiflor. Las amarillas hojas

La chiquita que yo tengo tan negra como e, no la cambio po ninguna, po ninguna otra mujé. Ella laba, plancha, cose,

¡Ay, pobre doña María, ella que no sabe nada! Su hijo, el de la piel manchada, a sueldo en la policía. Ayer, taimado y sutil,

Te vi al pasar, una tarde, ébano, y te saludé; duro entre todos los troncos, duro entre todos los troncos, tu corazón recordé.

Camina, caminante, sigue; camina y no te pares, sigue. Cuando pase por su casa

Soldado, aprende a tirar: Tú no me vayas a herir, que hay mucho que caminar. ¡Desde abajo has de tirar, si no me quieres herir!

Mira si tú me conose, que ya no tengo que hablá: cuando pongo un ojo así, e que no hay na; pero si lo pongo así,

Cómo no ser romántico y siglo XI… no me da pena, cómo no ser Musset viéndola esta tarde tendida casi exangüe,

Yo, que pensaba en una blanca send… donde esconder mi vida bajo el azu… hoy pese a la inocencia de aquel d… muero estudiando leyes para vivir… Y en vez de una alegría musical de…

Desde la escuela Y aún antes... Desde el alba, cua… Era una brizna yo de sueño y llant… Desde entonces, Me dijeron mi nombre. Un santo y…