Nunca soy tan poeta
como justo antes de quedarme dormida.
En ese “aquí”
el letargo desarraiga mi cuerpo;
y las palabras, insolentes,
juegan frente a mí,
mezclándose entre ellas,
danzan hilando nubes,
escriben un concierto.
Y aunque estoy que ya no puedo,
no me duermo.
¡Que son muy bellos los versos!
Los repito y repito y repito,
los musito y vuelvo.
Esos versos son locos sensatos,
nítidos y geométricos.
Cuando creo que ya me los sé,
cuando al amanecer serán míos
voy yo y me duermo.
Al abrir los ojos,
bajo la leve luz,
lo recuerdo,
¡Tenía unos versos hermosos!
Ilusión untada en pucheros;
no he logrado retenerlos.
Han escapado tras mis sueños.
Cada mañana despierto
con la certeza de que los de anoche,
justo los de anoche,
¡Esos eran los versos!
Hoy, en la mesilla, a mi lado,
el libro que estoy leyendo,
una libreta y un lapicero.
Para cuando comience la música.
Haré el esfuerzo de escribir
y convertiré a esos versos en
“eternos”.
I want to sleep in peace...
I’m never that poet
like just before bed.
In that “here”
lethargy uproots my body;
and the words, insolent,
they play in front of me
mixing with each other,
they dance spinning clouds,
write a concert.
And although I am that I can no longer,
I don’t fall asleep
The verses are very beautiful!
I repeat and repeat and repeat them,
I mumble them and do it again.
They are like crazy sensible,
sharp and geometric.
When I think I already know them,
when at dawn they will be mine
I go and sleep.
And when I open my eyes,
under the dim light,
I remember,
I had some beautiful verses!
Illusion smeared in pots;
I have not been able to retain them.
They have escaped after my dreams.
Every morning I wake up
with the certainty that those of last night,
just the ones from last night,
Those were the verses!
Today, on the bedside table,
the book I’m reading
a notebook and a pen.
By the time the music starts.
I will try to write
and I will make those verses some kind of
“forever”.