De la purificación de Nuestra Señora
#EscritoresEspañoles
Montaña inaccesible, opuesta en va… Al atrevido paso de la gente (O nubes humedezcan tu alta frente… O nieblas ciñan tu cabello cano), Caistro el mayoral, en cuya mano
Sella el tronco sangriento, no le… De aquel dichosamente desdichado, Que de las inconstancias de su had… Esta pizarra apenas le redime; Piedad común, en vez de la sublime
Amarrado al duro banco De una galera turquesca, Ambas manos en el remo Y ambos ojos en la tierra, Un forzado de Dragut
Hojas de inciertos chopos el nevad… Cabello, oirá el Genil tu dulce a… Sin invidiar al Dauro en poca are… Mucho oro de sus piedras mal limad… Y del leño vocal solicitado,
Esta de flores, cuando no divina, Industrïosa unión, que ciento a ci… Las abejas, con rudo no argumento, En ruda sí confunden oficina, Cómplice Prometea en la rapina
Camina mi pensión con pies de plom… El mío, como dicen, en la huesa; A ojos yo cerrados, tenue o gruesa… Por dar más luz al mediodía la tom… Merced de la tijera a punta o lomo
Las que a otros negó piedras Orie… Émulas brutas del mayor lucero, Te las expone en plomo su venero, Si ya al metal no atadas más lucie… Cuanto en tu camarín pincel valien…
Que pida a un galán Minguilla cinco puntos de jervilla, bien puede ser; mas que calzando diez Menga, quiera que justo le venga,
Aljófares risueños de Albïela Al blanco alterno pie fue vuestra… En cuantos ya tejió coros Belisa, Undosa de cristal, dulce vihuela; Instrumento hoy de lágrimas, no os…
Mis albarcoques sean de Toledo, Cultísimo Doctor; lo damasquino A un alfanje se quede sarracino, Que en albarcoques aun le tengo mi… Vengan (aunque es la voz antigua)…
El líquido cristal que hoy de esta… admiras, caminante, el mismo es de Helicona; si pudieres, perdona al paso un solo instante:
Al sol peinaba Clori sus cabellos Con peine de marfil, con mano bell… Mas no se parecía el peine en ella Como se obscurecía el sol en ellos… Cogió sus lazos de oro, y al cogel…
Pálida restituye a su elemento Su ya esplendor purpúreo casta ros… Que en planta dulce un tiempo, si… Gloria del Sol, lisonja fue del v… El mismo que espiró suave aliento
De mi sastre en el hurtar la mano es tan singular, que si cae la tela en ella cuando la empieza a doblar, ya puedo doblar por ella.
Velero bosque de árboles poblado, Que visten hojas de inquieto lino; Puente inestable y prolija, que ve… El Occidente haces apartado: Mañana ilustrará tu seno alado