(1608)
#EscritoresEspañoles #Letrillas #Romances (44) XLIV
Mientras Corinto, en lágrimas des… La sangre de su pecho vierte en va… Vende Lice a un decrépito indïano Por cient escudos la mitad del lec… ¿Quién, pues, se maravilla deste h…
El Cuarto Enrico yace mal herido Y peor muerto de plebeya mano; El que rompió escuadrones y dio al… Más sangre que agua Orión humedec… Glorïoso francés, esclarecido
Esta en forma elegante, oh peregri… de pórfido luciente dura llave, el pincel niega al mundo más süave… que dio espíritu a leño, vida a li… Su nombre, aún de mayor aliento di…
Música le pidió ayer su albedrío A un descendiente de don Peranzul… Templáronle al momento dos baúles Con más cuerdas que jarcias un nav… Cantáronle de cierto amigo mío
Da bienes Fortuna que no están escritos: cuando pitos flautas, cuando flautas pitos. ¡Cuán diversas sendas
Cierto poeta, en forma peregrina cuanto devota, se metió a romero, con quien pudiera bien todo barber… lavar la más llagada disciplina. Era su benditísima esclavina,
Cuantas al Duero le he negado aus… Tantas al Betis lágrimas le fío, Y, de centellas coronado, el río Fuego tributa al mar de urna ya ar… Volcán desta agua y destas llamas…
En el cristal de tu divina mano De Amor bebí el dulcísimo veneno, Néctar ardiente que me abrasa el s… Y templar con la ausencia pensé en… Tal, Claudia bella, del rapaz tir…
Ánsares de Menga al arroyo van: ellos visten nieve, él corre cristal. El arroyo espera
Parió la Reina; el Luterano vino Con seiscientos herejes y herejías… Gastamos un millón en quince días En darles joyas, hospedaje y vino. Hicimos un alarde o desatino,
Esta de flores, cuando no divina, Industrïosa unión, que ciento a ci… Las abejas, con rudo no argumento, En ruda sí confunden oficina, Cómplice Prometea en la rapina
Ceñida, si asombrada no, la frente De una y otra verde rama obscura, A los pinos dejando de Segura Su urna lagrimosa, en son doliente… Llora el Betis, no lejos de su fu…
La Aurora de azahares coronada, Sus lágrimas partió con vuestra bo… Ni de las peregrinaciones rota, Ni de sus conductores esquilmada. De sus risueños ojos desatada,
Clarísimo Marqués, dos veces clar… Por vuestra sangre y vuestro enten… Claro dos veces otras, y otras cie… Por la luz, de que no me sois avar… De los dos soles que el pincel más…
En el caudaloso río Donde el muro de mi patria Se mira la gran corona Y el antiguo pie se lava, Desde su barca Alción