Luis de Góngora

A don Fray Pedro González de Mendoza y Silva, electo arzobispo de granada muy mozo

Consagróse el seráfico Mendoza,
Gran dueño mío, y con invidia deja
Al bordón flaco, a la capilla vieja,
Báculo tan galán, mitra tan moza.
 
Pastor que una Granada es vuestra choza,
Y cada grano suyo vuestra oveja,
Pues cada lengua acusa, cada oreja,
La sal que busca, el silbo que no goza,
 
Sílbelas desde allá vuestro apellido,
Y al Genil, que esperándoos peina nieve,
No frustéis más sus dulces esperanzas;
 
Que sobre el margen, para vos florido,
Al son alternan del cristal que mueve
Sus ninfas coros, y sus faunos, danzas.
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