Aún te veo, río de mi vida, con los ojos que miran las montaña… Yo era una montaña con almendros montaña solitaria. Y viniste alegre con tu canto

San Isidro, estoy cansada, Yo te dejo mi herramienta. Tú, que nunca fatigado estuviste —ni en tormenta—, tú, que todo lo rezabas

“El divorcio no es cosa de tres, es cosa de dos que no aciertan a ser uno” *** “Cargada de espaldas

El camello se pinchó con un cardo del camino y el mecánico Melchor le dio vino. Baltasar

Duérmete, mi gata Chundarata, se han dormido los juguetes y tú sigues dando la lata. Duérmete, que es la una. Duérmete, mi cascabel

Soy la araña de España que ni pica ni araña, bailo flamenco

Doce cerditos Ocho tetitas tiene mi cerda, ocho tetitas —y orgullosa de ellas.

Eres tan cursi hija que no hay por dónde cogerte. Hasta en febrero cuando estás desn… adornada de odas y vergeles no dig… Primavera,

Vamos a ver si es cierto que Le a… vamos a mirarnos por dentro un poc… ¡Hay cosas colgadas que a El le l… freguemos el suelo y abramos las p… e salgan las lagartijas y entren l…

Cuando un árbol gigante se suicida… harto de estar ya seco y no dar pá… sin esperar al hombre que le tale, sin esperar al viento, lanza su última música sin hojas?s…

Una y una, dos. Dos y una, seis. El pobre burrito contaba al revés. ¡No lo sabe!

El amor te convierte en rosal y en el pecho te nace esa espina robusta como un clavo donde el demonio cuelga su uniform… Al tocar lo que amas te quemas los…

Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye lo… a la silla le gusta que me siente… a la puerta le gusta que la abra y…

Ya ves qué tontería, me gusta escribir tu nombre, llenar papeles con tu nombre, llenar el aire con tu nombre; decir a los niños tu nombre

Se suicidó la estatua del dictador. La estatua vivía en el centro del… Una noche de viento la estatua se lanzó al agua.