Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
¡Dios mío!
¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!
El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;
que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.
Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!
Alfredo Jiménez G.
9yBello poema, lleno de piedad. Aquí la autora inmortal nos presenta a los verdaderos ángeles. Dispersos por todos los rincones del planeta, van los niños humildes en el rudo trajín de todos sus días sin esperanza. Sus pies fágiles se laceran en los arduos caminos plagados de indiferencia y desolación. Si no hay para un mal pan en sus hogares, mucho menos para un calzado burdo. Confundidos en el bullicio urbano y la rutina, son negados por los funcionarios que despliegan todo un aparato de ocultamiento. Son flagelados por el desprecio de los prósperos. Los ángeles de la tierra con pies descalzos y sangrantes, con cara sucia, manchada de penurias y huellas salobres de lágrimas secas, venden chicles y golosinas que para ellos son sólo la mercancía de su subsistencia, disfrutar un simple dulce sería mermar sus escasas ganancias que son para comer los mendrugos de inequidad. Así es el mundo, el sistema vergonzoso en que habitamos. Míralos deambular entre cantinas, lustrando los zapatos que ellos no tienen. Encuéntralos en los cruceros de las avenidas haciendo acrobacias, mientras dura la luz roja del semáforo. Enfádate porque han osado lavar el parabrisas de tu auto sin haberte preguntado. Pero dales una moneda y estudia con cuidado su mirada de dignidad, endurecida por las intemperies de la vida hostil. Día llegará, no muy lejano, en que los Ángeles Descalzos, se levantarán a un mismo tiempo, en todos los rincones del mundo y entonces "no quedará piedra sobre piedra". De las tierras angostas y extensas del Sur, llegó una Poeta a preparar el camino: Gabriela Mistral, para gloria de América. Después vendría el siguinte Profeta (Poeta) nacido en Temuco: Pablo Neruda a otorgarnos su canto de batalla. Sobrevino una noche larga posterior a esas luces, pero no ha sido noche de sueño, fue de conspiración. Los Ángeles Descalzos están por los rincones de la Tierra y empiezan a mirarse mutuamente...