Porque no tengo bosque sobre el pe… ni gracia de hojarasca en que dorm… yo me cuelo, furtiva como el Tlalo… por puertas vanas del aserradero. Son el ciprés y el pino-araucaria

Están redimiendo el cobre con las virtudes del fuego. De allí va a salir hermoso como nunca se lo vieron las piedras que eran sus madres

Algo se asoma y gestea y de vago pasa a cierto, un largo manchón de noche que nos manda llamamientos y forra el pie de los Andes

Las montañas se deshacen, el ganado se ha perdido; el sol regresa a su fragua: todo el mundo se va huido. Se va borrando la huerta,

La bruma espesa, eterna, para que… me ha arrojado la mar en su ola de… La tierra a la que vine no tiene p… tiene su noche larga que cual madr… El viento hace a mi casa su ronda…

Como si nos saludasen desde lo alto la llegada a la extremosa región a la madre más lejana, viene por los aires altos

Hay países que yo recuerdo como recuerdo mis infancias. Son países de mar o río, de pastales, de vegas y aguas. Aldea mía sobre el Ródano,

Aún vivimos en el trance del torpe olvido y el gran silenci… entraña nuestra, rostros de bronce… rescoldo del antiguo fuego, olvidados como niños

Como escuchase un llanto, me paré… y me acerqué a la puerta del ranch… Un niño de ojos dulces me miró des… ¡Y una ternura inmensa me embriagó… La madre se tardó, curvada en el b…

—A veces, mama, te digo, que me das un miedo loco. ¿Qué es eso, di, que caminas de otra laya que nosotros y, de pronto, ni me oyes

Te olvidaste del rostro que hicist… en un valle a una oscura mujer; olvidaste entre todas tus formas mi alzadura de lento ciprés; cabras vivas, vicuñas doradas