#Españoles #SigloXX
Pececito esquivo, caballito que monto, delicia que no nombro, y quiero, quiero, quiero. Cuando te beso, acierto;
Y la noche se eleva como música en… y las estrellas brillan temblando… y el frío, el claro frío, el gran frío del mundo, la poca realidad de cuanto veo y t…
Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus… tus lentísimos odios, tus pólvoras… y las confusas olas que te llevan… en la cambiante espuma de un blanc…
Deseada, ¡tan suave!, confín donde resbalo. ¡Oh siempre un poco ausente, suspendida en la nada! ¿Son tus ojos dulces?
La vida es tan sencilla que se exp… se basta a sí misma. ¡Mira! Todo está hecho. Todo está… Nos basta aceptar o quizá —somos humanos—alabar
Este objeto de amor no es un objet… es un objeto bello, y creo que eso… Bellos son sus brazos, sus hombros… bellos son sus ojos (¡y qué bien m… Deseable, me engaña, o furtiva, re…
Con cambiarte de traje, te cambio… (No adivinas mi angustia. No sé c… Si te revuelvo el pelo tú ríes loc… mientras a mí me duele sentirte ta… Tanto puedo variarte que no sé ya…
En la alcoba sombría, Entre fríos basaltos, El vientre monumental y luminoso De una estatua de mármol. La lluvia adormecia los secretos
Mi estricta voluntad, mi punta sec… que está domando en ella oceánicas pasiones y rumores antig… a esa llaga amorosa que, sin forma… Si hiero, mato, engendro.
En el paisaje oscuro oigo tu voz, tu voz, tu larga voz de espesas caricias resbaladas, mojadas y olorosas.
Iban los dos vestidos con descaro —minifalda, melenas— cogidos de la mano, tan jóvenes que casi daban miedo, tan absortos en un cero
Indecisa y cambiante, ¿eres amor o… ¡Ay, ven, Amparo-Ezbá, que te est… Es la palpitación de origen quien… acogerte, y besarte, y ofrecerte u… caliente de jazz-hot y trances con…
Con ternura, con paz, con inocenci… con una blanda tristeza o el cansa… que viene a ser un perro fiel que… estoy sentado en mi sillón y soy f… y soy feliz
Cuando ya nada se espera personalm… mas se palpita y se sigue más acá… fieramente existiendo, ciegamente… como un pulso que golpea las tinie… cuando se miran de frente
Más allá del pecado, indecible, te adoro, y al buscar mis palabras sólo encuentro unos besos. En el pecho, en la nuca,