La Geografía de Tu Sonrisa
No sé tu nombre,
ni el idioma en que sueñas,
ni la canción que tarareas
cuando crees que nadie escucha.
Pero sé la hora en que pasas,
sé el ángulo exacto
donde el sol te dibuja en la acera,
sé la cadencia de tu risa
cuando algo te sorprende
y dejas escapar esa chispa
que incendia mis pasos.
No sé quién te espera,
quién pronuncia tu voz
cuando la noche descansa en tus labios.
Pero sé el ruido que hacen mis zapatos
cuando busco el azar
y me cruzo en tu sombra
como si todo fuera casualidad,
como si yo no midiera distancias
ni trazara estrategias
solo para verte doblar la esquina
y dejarme, una vez más,
con el eco de tu sonrisa
clavado en el pecho.
No sé de qué está hecha tu risa,
si de juego, de viento,
de una inocencia que finge no saber
el poder que tiene.
Solo sé que existe,
y mientras exista,
seré el caminante sin prisa,
el lector sin libro,
el cliente que no compra nada
pero que, cada día,
visita la tienda de tus labios
solo para ver si hoy también
la luz se rompe en tu boca
y me devuelve el mundo
en otra forma de felicidad.
