Suben por la calle los cuatro galanes. Ay, ay, ay, ay. Por la calle abajo van los tres galanes.

Entre mariposas negras va una muchacha morena junto a una blanca serpiente de niebla. Tierra de luz,

La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca

Tú querías que yo te dijera el secreto de la primavera. Y yo soy para el secreto lo mismo que es el abeto. Árbol cuyos mil deditos

Ay voz secreta del amor oscuro ¡ay balido sin lanas! ¡ay herida! ¡ay aguja de hiel, camelia hundida… ¡ay corriente sin mar, ciudad sin… ¡Ay noche inmensa de perfil seguro…

En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,

Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías

En la luna negra de los bandoleros, cantan las espuelas. Caballito negro. ¿Dónde llevas tu jinete muerto?

Amor, amor que está herido. Herido de amor huido; herido, muerto de amor.

Quiero llorar mi pena y te lo digo para que tú me quieras y me llores en un anochecer de ruiseñores, con un puñal, con besos y contigo. Quiero matar al único testigo

La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros