Duérmete, niñito mío, por Federico García Lorca

Federico García Lorca

Duérmete, niñito mío

NANA

Duérmete, niñito mío,

que tu madre no está en casa;

que se la llevó la Virgen

de compañera a su casa.

#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27 #CancionesPopularesRecopiladasPorFGL

Preferido o celebrado por...

Otras obras de Federico García Lorca...

Cuatro baladas amarilla

En lo alto de aquel monte hay un arbolito verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos

Calles y sueños: Navidad en el Hudson

¡Esa esponja gris! Ese marinero recién degollado. Ese río grande. Esa brisa de límites oscuros. Ese filo, amor, ese filo.

Hacia roma caminan

Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,

Elegia a doña Juana la Loca

Princesa enamorada sin ser corresp… Clavel rojo en un valle profundo y… La tumba que te guarda rezuma tu t… a través de los ojos que ha abiert… Eras una paloma con alma gigantesc…

Romance de la luna

La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire conmovido

Bajo el naranjo, lava

Bajo el naranjo, lava pañales de algodón. Tiene verdes los ojos y violeta la voz. ¡Ay, amor,

Canciones de luna: Murió al amanecer

Noche de cuatro lunas y un solo árbol, con una sola sombra y un solo pájaro. Busco en mi carne las

Cuatro baladas amarillas

En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos

Diálogo del Amargo: Campo

Corazón de almendra amarga. (Llegan tres jóvenes con anchos sombreros.) (Ranas y grillos hacen la glorieta del estío andaluz. El AMARGO camina con las ...

Canciones para terminar: El espejo engañoso

Verde rama exenta de ritmo y de pájaro. Eco de sollozo sin dolor ni labio. Hombre y Bosque.

Granada

Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,

Canciones de luna: Lunes, miércoles y viernes

Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa

Amor: Cancioncilla del primer deseo

En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.

Poema de la soleá: Tierra Seca

Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,

Tres romances históricos: Martirio de Santa Olalla

Por la calle brinca y corre caballo de larga cola, mientras juegan o dormitan viejos soldados de Roma. Medio monte de Minervas

Federico García Lorca