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—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
Ahí viene la gata de María Ramos, que tira la piedra y esconde la mano. Tírale una
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,
Miniatura marinera, filigrana de madera, ámbar, jade verdemar. Caballito de sal fina, bailarín, aguamarina,
Volando sobre el Moncada un zunzuncito llegó; lo saludó con su vuelo, volando se despidió. A la sierra fue el zunzún,
¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
Nombres tuyos, nombres míos, que recibimos de ayer como el agua de los ríos y que debes conocer: Bejucos de la Perdiz,