Ignoro de mis días el destino.
No hay tal cosa. Mi fin está previsto.
Bajo la eterna noche sólo he visto
Un único horizonte y un camino.
Quisiera recordar aquel pasado
En que las cosas no sabían nada
De sus nombres. Quisiera la soñada
Urdimbre de ese día que ha engendrado
La eternidad de lunas y de rosas.
Acaso sea cierto que las cosas
De hoy van de lo sagrado a lo perdido.
Ignoro si en mi sueño otro convive.
Una estatua me vela y me recibe
Y en su sueño seré el que yo he sido.