De la serie de hechos inexplicables que son el universo o el tiempo, la dedicatoria de un libro no es, por cierto, el menos arcano. Se la define como un don, un regalo. Salvo en el caso...
El ejercicio de la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones, no a merecer hallazgos. Nos revela nuestras imposibilidades, nuestros severos límites. Al cabo de los años, he co...
El Islam, que fue espadas que desolaron el poniente y la aur… y estrépito de ejércitos en la tie… y una revelación y una disciplina y la aniquilación de los ídolos
Entre los libros de la biblioteca había uno, escrito en lengua arábiga, que un soldado adquirió por unas monedas en el Alcana de Toledo y que los orientalistas ignoran, salvo en la vers...
Soy el único hombre en la tierra y… Acaso un dios me engaña. Acaso un dios me ha condenado al t… Sueño la luna y sueño mis ojos que… He soñado la tarde y la mañana del…
En esa biblioteca de Almagro Sur compartimos la rutina y el tedio y la morosa clasificación de los l… según el orden decimal de Bruselas y me confiaste tu curiosa esperanz…
El gato blanco y célibe se mira en la lúcida luna del espejo y no puede saber que esa blancura y esos ojos de oro que no ha visto nunca en la casa, son su propia im…
Aquí la vasta enciclopedia de Bro… aquí los muchos y cargados volúmen… aquí la devoción de Alemania, aquí los neoplatónicos y los agnós… aquí el primer Adán y Adán de Bre…
Oh días consagrados al inútil empeño de olvidar la biografía de un poeta menor del hemisferio austral, a quien los hados o los a… dieron un cuerpo que no deja un hi…
Si me paso la mano por la frente, si acaricio los lomos de los libro… si reconozco el Libro de las Noch… si hago girar la terca cerradura, si me demoro en el umbral incierto…
La pregunta es retórica; sé demasiado bien la respuesta. Es temer y contar en la alta noche las duras campanadas fatales, es ensayar con magia inútil una respiración regular, es la carg...
De un lugar del reino de Francia trajeron los cristales y la piedra para construir en la isla de Manha… estos cóncavos claustros. No son apócrifos.
En Wisconsin o en Texas o en Alabama los chicos juegan a la guerra y los dos bandos son el Norte y el Sur. Yo sé (todos lo saben) que la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victor...
Ya cumplida la cifra de los pasos que te fue dado andar sobre la tie… digo que has muerto. Yo también he… Yo, que recuerdo la precisa noche el ignorado adiós, hoy me pregunto…
He nacido en otra ciudad que tambi… Recuerdo el ruido de los hierros d… Recuerdo los jazmines y el aljibe,… Recuerdo una divisa rosada que hab… Recuerdo la resolana y la siesta.
Del otro lado de la puerta un homb… deja caer su corrupción. En vano elevará esta noche una plegaria a su curioso dios, que es tres, do… y se dirá que es inmortal. Ahora
Esta mañana hay en el aire la increíble fragan… de las rosas del Paraíso. En la margen del Eufrates Adán descubre la frescura del agua…
El que abraza a una mujer es Adán… Todo sucede por primera vez. He visto una cosa blanca en el cie… luna, pero qué puedo hacer con una… Los árboles me dan un poco de mied…
Sin que nadie lo sepa, ni el espej… ha llorado unas lágrimas humanas. No puede sospechar que conmemoran todas las cosas que merecen lágrim… la hermosura de Helena, que no ha…
¿Dónde estará la rosa que en tu ma… prodiga, sin saberlo, íntimos done… No en el color, porque la flor es… ni en la dulce fragancia inagotabl… ni en el peso de un pétalo. Esas c…
Somos el río que invocaste, Herác… Somos el tiempo. Su intangible cu… acarrea leones y montañas, llorado amor, ceniza del deleite, insidiosa esperanza interminable,
De estirpe de pastores protestante… y de soldados sudamericanos que opusieron al godo y a las lanz… del desierto su polvo incalculable… soy y no soy. Mi verdadera estirpe
En el segundo patio la canilla periódica gotea, fatal como la muerte de César. Las dos son piezas de la trama que… el círculo sin principio ni fin,
Me habré cruzado con él En una esquina cualquiera. Yo era un chico, él era un hombre. Nadie me dijo quién era. No sé por qué en la oración
Los años le han dejado unas palabras en guaraní, que sabe usar cuando la ocasión lo requiere, pero que no podría traducir sin algún trabajo. Los otros soldados lo aceptan, pero algunos ...
Dirijo este poema (por ahora aceptemos esa palabra) al tercer hombre que se cruzó conm… no menos misterioso que el de Aris… El sábado salí.
En aquel preciso momento el hombre… Qué no daría yo por la dicha de estar a tu lado en Islandia bajo el gran día inmóvil y de compartir el ahora
No te habrá de salvar lo que dejar… escrito aquellos que tu miedo impl… no eres los otros y te ves ahora centro del laberinto que tramaron tus pasos. No te salva la agonía
Dormías. Te despierto. La gran mañana depara la ilusión d… Te habías olvidado de Virgilio. A… Te traigo muchas cosas. Las cuatro raíces del griego: la t…
Recordar a quien duerme es un acto común y cotidiano que podría hacernos temblar. Recordar a quien duerme es imponer a otro la interminable