A JOSEFINA MANRESA
“no podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos;
¡cuánto penar
para morirse uno!”
Miguel Hernández
Ilusión... Ilusión...
Impulso recurrente.
En onduladas formas corporales
Cabalga tu melena ensortijada
Sobre un lecho de corrientes acuosas.
A la mar se desborda tu semblante
Y pasas en raudales por los sueños
De un amante que yace torturado
Bajo el febril insomnio de la espera.
Ilusión... Ilusión.
Transitas lentamente
Llegando con tu tacto al terciopelo
Fulgor y bermellón, de un corazón
Que desbocado encuentra su sosiego.
Pero pasa de largo hacia ese viaje
De retorno improbable, fin postrero.
Amante que se queda constelado
Refulgiendo tristeza, por tu muerte.