¡Oh Casma, Llaclla, Buin! mientras los hombres
estimen de altos hechos la memoria,
escritos vuestros nombres
verá Chile en el templo de la gloria,
y dirá al repetirlos: mis guerreros,
sustentando valientes
mi libertad, y los hollados fueros
de dos pueblos hermanos,
en la tierra, en la mar, por dondequiera,
alzaron victoriosos mi bandera.
Despliega activo en una y otra cima
aguerridas legiones el tirano.
Todo le es favorable: el suelo, el clima,
la posición, que, a una,
arte y naturaleza fortalecen,
la copia de recursos y la fama
de otros laureles que le dio fortuna.
Pero todo es en vano. Osada embiste
la falange chilena, y lidia, y vence;
al chileno valor nada resiste.
* * * Valientes, que en Yungay con fuerte brazo
vengar supisteis el honor chileno,
recibid los saludos y el abrazo
con que os estrecha a su amoroso seno
la patria, por vosotros vencedora.
Fuisteis su apoyo, y sois su orgullo ahora.