Imperterrito susurraba el jilgero
al amanecer de los cielos
Le cantaba un té quiero
al foco mañanero
Decepcionante encuentro con el espejo
Navaja que roza el corazón
robando tu brillo verdadero
Incrustado en los parásitos de la razón
Músculos como globos
explotan en el firmamento
Aclamando sin calma
elevar el alma
resguardada en la cama
Igualan la igualdad
inaugurada
en el siglo veintiuno
Yacimiento de oro
qué choca contra el vacío
en las manos de los mineros
Derechos reservados
21/02/2020
Dikia