Quédate callado y solo: casi todo sobra y huelga. De la rama el fruto cuelga y la rosa del peciolo, no a efectos del querer sólo,

Flor de las adormideras: engáñame y no me quieras. ¡Cuánto el aroma exageras, cuánto extremas tu arrebol, flor que te pintas ojeras

Hay un sentimiento que acompaña la existencia humana y del cual ningún espíritu claro puede desprenderse. Hay cosas que dependen de nosotros y hay cosas que no dependen de nosotros. No ...

A Cuernavaca voy, dulce retiro, cuando, por veleidad o desaliento, cedo al afán de interrumpir el cue… y dar a mi relato algún respiro. A Cuernavaca voy, que sólo aspiro

Hoy tuvimos noticia del poeta: Entre el arrullo de los órganos de… Y colgados los brazos de las últim… Detuvo su caballo. El campamento de mujeres batía pal…

Es Toledo ciudad eclesiástica. Para sola una noche del año, Sus vides domésticas Dan un vino claro. Un vinillo que el gusto arrebola

A veces, hecho de nada, sube un efluvio del suelo. De repente, a la callada, suspira de aroma el cedro. Como somos la delgada

La práctica del bien, objeto de la moral, supone el acatamiento a una serie de respetos, que vamos a estudiar en las siguientes lecciones. Estos respetos equivalen a los “mandamientos” ...

Asustadiza gracia del poema: flor temerosa, recatada en llema. Y se cierra, como la sensitiva, si la llega a tocar la mano viva. Mano mejor que la mano de Orfeo,

La vecindad del mar queda abolida: Basta saber que nos guardan las es… Que hay una ventana inmensa y verd… Por donde echarse a nado.

Mariano, así nació la poesía: humo de sangre que la vida exhala y luego se depura todavía y asume voz al retomar el ala. Sus raudos hijos la palabra cría,

Cancioncita sorda, triste, desafinada canción; canción trinada en sordina y a hurtos de la labor, a espaldas de la señora;